Unidos o dominados

El domingo se juega mucho más que la simple elección de un intendente. Los linqueños tendrán que optar por seguir bajo la actual y opaca administración que encarna Salvador Serenal o elegir cambiar por la impronta y la agilidad que le puede aportar a una gestión municipal un candidato como es Jorge Fernández. 

El peronismo del Distrito ya lo entendió. Y por eso se mostró unido el pasado domingo, día en el que se realizó el multitudinario festejo por el Día de la Madre, alrededor de la figura del ex intendente. 

La imagen de un candidato activo, rodeado por Luis Siri, Gustavo Scarpino, Mercedes Ruffa, Patricia Gatti, Mauro Speroni y Juan Pezzi, fue la respuesta al interrogante de lo que haría el Justicialismo de cara al domingo. Y por si estos nombres no fueran suficientes, se sumó el de Carlos Bianco, uno de los hombres de mayor confianza del actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

En rigor, este hecho fue un rotundo y categórico apoyo a la candidatura del ex intendente, a quien ya han visto gobernar. Saben que cambió, y para siempre, la forma de llevar las riendas de un Municipio. Ya en sus primeras decisiones de gobierno se pudo ver el proyecto que tenía: el sueño de un Distrito justo, donde la prioridad fue resolver los problemas, trabajando de lunes a lunes, escuchando a los vecinos para devolverles la dignidad y un futuro, tratando de no dejar a nadie afuera, recorriendo miles de kilómetros en busca de concretar iniciativas y obras que quedaron en un Distrito que, hasta antes de su asunción, estaba como adormecido. 

Es evidente que aún mantiene la capacidad de seguir convocando, porque Fernández demostró que un Lincoln mejor era posible. Y vaya si lo consiguió. Lástima que en los últimos años el Distrito volvió a retroceder a pasos agigantados. Sin embargo, este domingo habrá una oportunidad única para volver a creer.