Tenemos que garantizar el derecho a un futuro mejor

En estos últimos ocho años hemos visto cómo la educación y la cultura han dejado de ser una prioridad para el Gobierno local. También hemos visto como la falta de contención y acompañamiento a los y las jóvenes han afectado la vida de los linqueños y linqueñas.

Me entristece sobremanera cómo la educación ha dejado de ser objeto de representación e insignia para una parte de la sociedad, mientras la otra parte lucha día a día por un futuro casi impredecible.

En épocas pasadas, durante el gobierno de Jorge Fernández (o “Juancito”) no sólo se tenía en cuenta la cultura y la educación como derecho prioritario en la vida de cualquier ser humano, sino que además se gestionaba y acompañaba para que esa educación fuera símbolo de futuro y esperanza. El programa Envión lo demuestra. Este es un programa de Responsabilidad Social Compartida destinado a chicos entre 12 y 21 años que se encontraban en situación de vulnerabilidad social. El objetivo esencial era la inclusión, la contención, el acompañamiento y el diseño de estrategias que fortalecieran su estima, reparaba y brindaba igualdad de oportunidades. Así, el Estado municipal no sólo fortalecía la educación, sino que también garantizaba el futuro de cada joven.

Hoy tenemos la oportunidad en nuestras manos de volver a garantizar que cada niño/a y cada joven tenga EL DERECHO A UN FUTURO MEJOR.

Que no nos quieran engañar y hacer creer que el destino de cada uno de ellos simplemente es responsabilidad de sus padres, porque si no hay un gobierno local presente que acompañe las necesidades de cada individuo es imposible que esto suceda.

Con nuestro equipo de trabajo queremos volver a destacar la figura del consejero/a escolar como sinónimo de acompañamiento de cada uno de los individuos que habitan nuestras escuelas. Y esto solamente se obtiene con un Gobierno municipal que respalde las políticas educativas.

La infraestructura, los materiales didácticos y un sueldo digno nos aseguran en parte que cada docente pueda desempeñarse con calidad y esmero. Y si a esto le sumamos equipos interdisciplinarios, transposición pedagógica y una familia integrada a la educación de sus hijos, obtendremos alumnos/as con ganas de aprender y soñar con aquello que deseen ser. Nuestros consejeros escolares trabajarán incansablemente para que esto suceda.

Por último, no puedo dejar de mencionar como activista Lgbt la inclusión como bandera de un gobierno popular. Tenemos claro que es el momento de dejar viejas rencillas y mirar hacia adelante. Esto solo se podrá llevar a cabo incluyendo a todos y todas. La inclusión tiene varias aristas, que no solo se resume al movimiento que me representa, pero como parte de una minoría me ha tocado muy de lleno, lo que es sentirse excluido. Por eso la inclusión tendrá una parte fundamental en el gobierno de Jorge Fernández.

Queridos linqueños y linqueñas: pensemos solo por un instante si el Gobierno municipal actual está cumpliendo con aquello que prometieron. Pero sobretodo pensemos qué futuro le queremos dejar como sociedad a nuestros hijos e hijas.