De Salvador sólo tiene el nombre

Si hay algo que no se le puede negar a la gestión del intendente Salvador Serenal es su capacidad para comprender la realidad y no hacer nada para cambiarla.

La prueba está a la vista en la falta de viviendas, la inversión en salud y de obras importantes en el Distrito. También en el menosprecio que han sufrido los empleados municipales durante estos casi ocho años de gestión cuando se trata de mejorar sus ingresos.

La invitación que lanzó el Gobierno nacional para que las provincias y los municipios dispongan de un bono extraordinario de 60 mil pesos para sus empleados fue una nueva muestra más. Es que las autoridades del Municipio de Lincoln ya anticiparon que no lo pagarán. Y todo esto transcurre en un contexto en el que el sueldo de la gran mayoría de los agentes municipales de Lincoln es paupérrimo. Sólo alcanza con echar un vistazo a lo que cobra un empleado de la categoría más baja para tener una idea: 32.400 pesos.

“El ministro de economía y candidato no ha podido bajar ni controlar la inflación y está anunciando medidas inconsultas e inviables para las provincias y municipios si, desde el mismo gobierno nacional, no se giran los fondos para ejecutarlas”, trató de argumentar el intendente Serenal durante una rueda de prensa que ofreció el jueves último.

Y para que no quedaran dudas de la postura que tiene esta administración sobre el tema, el jefe de Gabinete, Ramón Parera, la completó al sostener que el anuncio está “jugando con el bolsillo de la gente, porque pasado los dos meses las personas vuelven a estar paradas en la situación desfavorable en la que se encontraban”.

En rigor, ambos sólo se concentraron en criticar la medida oficial, sin siquiera dejar la puerta abierta a alguna posibilidad de efectivizarla.

Es más, echaron por tierra –al menos no hicieron mención alguna- al anuncio del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien había anticipado que instrumentará un fondo especial de 12 mil millones de pesos de ayuda para asistir a los municipios que tienen dificultades para cumplir con la medida.

De esta manera, Lincoln se suma al pelotón de provincias y municipios que se niegan a aceptar la propuesta. Claro que hay una diferencia. La mayoría de éstos argumentaron que la denominada suma fija forma parte de sus negociaciones paritarias, cosa que en el Distrito no existe. Aquí, los aumentos los decide unilateralmente el Ejecutivo.

 

Plazos fijos. No menos cierto también es que cuando aparecen este tipo de discusiones siempre se pone bajo la lupa los plazos fijos que tienen los intendentes. Precisamente, este punto lo mencionó el Sindicato de Trabajadores Municipales, en un durísimo comunicado de prensa en el que le reclamaron a Serenal la suma extra. “Sabemos que el Municipio cuenta con cientos de millones de pesos depositados en cuentas bancarias en plazos fijos con lo que podría afrontar el costo del pago de esta suma fija”, puntualizaron desde el gremio.

Lo concreto es que más allá de toda especulación el oficialismo local dejó en  evidencia una vez más las limitaciones que tiene para manejar la economía doméstica y llevarle un poco de alivio a los flacos bolsillos de los municipales.