Victoria Argentina y Qatar a un pasito

Otra vez hubo fiesta en el Monumental. Ahora contra Perú y con un golazo que nos acerca más hacia el objetivo, hacia la clasificación. 

Desde el comienzo Argentina sentó postura. Con Paredes como lanzador, con Di María bien abierto, con De Paul tirándose a la derecha y Molina Lucero apareciendo, más Messi y Lautaro Martínez buscando dar la estocada por el medio, el equipo se adueñó rápido del partido. De arranque tuvo dos situaciones por afuera, y al ratito el cabezazo goleador de Romero que el árbitro anuló por offside a instancias del línea, en una decisión luego ratificada por el VAR. Era más, la Selección, y si tardó 42' en sacar ventaja fue porque no tuvo la eficacia del pasado domingo.

A la posesión de la pelota, al marcado dominio en el terreno, le faltó claridad en los últimos metros. Di María empezó bien pero se desinfló rápido, tal vez influenciado por esa volea de zurda que tiró lejos, y hubo que mudar los ataques hacia el sector derecho, justamente por donde llegó el único festejo. Una jugada estupenda que se inició a partir de una recuperación de Lo Celso y que tomó forma con la pared que ensayaron De Paul y Molina Lucero, quien, ratificado por Scaloni como titular luego de se generaran dudas en torno a su presencia o la de Montiel en el lateral derecho, respondió asistiendo a Lautaro con el precioso centro que el goleador convirtió en el 1-0.

Hubo, igual, un instante de preocupación. Un instante en el cual el triunfo corrió riesgo: cuando Perú se encontró con el penal con el que pudo haber empatado el juego. Largamente discutido pero sancionado de inmediato por el árbitro Wilton Sampaio, la infracción que Dibu Martínez le cometió a Farfán -recién ingresado- le dio a los de Gareca la impensada oportunidad de igualarlo. Gracias al estado de gracia del arquero argentino, Yotún no pudo hacerlo: quizás aturdido por los gritos que bajaban desde las tribunas del Monumental ("Dibu se lo cooome, Dibu se lo cooome"), el delantero peruano disparó al travesaño y afuera.

A partir de entonces no hubo más sufrimiento para la Selección, que sobre el final incluso tuvo alguna situación como para ampliar la ventaja en el marcador. No entró pero aun así se cumplió con el objetivo: ganar y dar otro pasito, uno más hacia el Mundial de Qatar 2022.